
Abrir los ojos es más que una simple acción de mover unos pequeñísimos músculos, es todo, es lo que te da el centro del equilibrio. Hay quienes dicen que abrir los ojos es lo más fácil del mundo, pero yo difiero totalmente de ello. Abrir los ojos es ir más allá, es lograr ver lo que otros no ven, e incluso es correr el riesgo de no ver lo que los otros ven. Pero cuando uno entiende lo que significa abrir los ojos, el poder de visión se da por añadidura. Es un poder que requiere un corazón abierto, y eso es lo que lo hace complejo.
Y es precisamente cuando abres los ojos que los sentidos comienzan a despertar, se van fusionando en este equilibrio divino entre cuerpo, alma, voz, respiración, todo lo que hace que seamos hoy los seres experimentados de esta dimensión.
Puedo decir que es un viaje que va por un corazón, una mente, millones de dudas, por miedos imparables e implacables, pero también por miedos vencidos, así como algunos sentimientos humanos experimentados a flor de piel, y digo algunos, porque es casi imposible experimentar todo, una vida no basta para ello.
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