sábado, 25 de enero de 2014

A LA INSPIRACIÓN... Comienzo este escrito con una serie de palabras que abordan mi mente: complejo, complicado, difícil, imposible, pero más allá de unas cuantas palabras existe un concepto detrás. Hacemos de esta vida, en su mayoría, un camino de dualidad, esa dualidad que no es precisamente una polaridad de lo bueno y lo malo, no, es una dualidad donde existe un mundo paralelo a nuestro mundo, a nuestras emociones, percepciones, y es esta dualidad la que en estos momentos dirige el timón de mi mente. Por un lado está entender la complejidad de ciertas cosas presentes en la vida, y por el otro lado estás tú, mi querida lectora, alguien que vino con la noche, que no pasó desapercibida, porque tienes el brillo y la fuerza de la 1er luna llena de octubre, y fue entonces donde iluminaste sombras. Lo primero que te percibió fue mi piel, ella sabía que estabas ahí, aunque el resto de los sentidos divagaban en espacios sin recuerdos, en fronteras de creaciones olvidadas, donde el fin comenzaba con el principio. Fue entonces que tu fuerza, un aroma a energía intensa, pura y un sabor con las sensaciones agridulces de la atracción se hacían presentes para ir despertando uno a uno a los demás sentidos en cuestión de dos miradas, a esos ojos de derrochaban poesía en verbo y en prosa, que se atrevían a tocar muy sutilmente pero a la vez de manera profunda el equilibrio perfecto, entre ternura y sensualidad. Es curioso querida lectora, por más sutil que sea el golpe de una fuerza energética se siente, y se siente de una forma onírica, casi sonámbula, donde el mundo de los sueños es construido con paredes de sentimientos fuera de borda, reales, cuestionables no el cómo sino en el por qué. Uno se convierte en el arquitecto de los sueños propios, del destino, pero a la vez somos los albañiles y el maestro de obras, y son ellos los que trabajan el día a día, mezclando, martillando, cortando, pegando, uniendo, remachando, soldando las emociones y los sentimientos. Más allá de las banalidades, de vender falsos simulacros y plastificar emociones, nosotros quienes logramos ser no sólo los arquitectos de nuestro propio destino, sino que logramos ser los albañiles que mezclamos sentimientos a mano, logramos tocar una dualidad que se presenta como una polaridad hecha a la medida. Mi querida lectora es aquí donde entras tú, sí, tú, adorada inspiración, donde comienzan tus enseñanzas. En alguna parte de esa construcción interna, quizá lo que pudo ser fue un cúmulo de estrellas que de tanto ser vistas quisieron ser alcanzadas, y es en este instante en los brazos del tiempo cuando lanzo preguntas al silencio: ¿para qué se quiere alcanzar a una estrella? he logrado formar una respuesta incluso en el eco de un sonido sin sonido, y es que cuando llega dicha estrella, o por lo menos se toca ¿qué hacemos con ella? Entonces te pregunto a ti, querida lectora, canalizadora de inspiración ¿para qué seducir al erotismo? y el espejo de mi mente proyecta esta misma pregunta desde otro escenario, un poco más humano ¿y por qué no? Si es un erotismo utópico en mi sentir, pero muy real en mi vivir ¿por qué dejarnos de ilusionar con ese magnetismo que no tiene puerta de entrada?, ¿por qué no creer en nuestra capacidad de tocar la polaridad y salir?, ¿por qué no creer que convivir con la sombra no siempre lastima?, ¿por qué convencernos de tocar ciertas ganas de manera muy suave? Querida lectora, querida inspiración, me vuelvo a cuestionar pero esta vez a través de ti ¿qué tan suave tocas lo que sueñas, lo que sientes?, ¿hay forma de dominar el fuego de la polaridad, de convertirlo en una crónica de una muerte anunciada, de sustentarlo en letargos infinitos? Querida y deseada inspiración, no llegas fácil, en ocasiones llegas como un ladrón silencioso y vas directamente a las entrañas de las palabras, de los sonidos, de la poesía, de la creatividad, en otras llegas en momentos de catarsis que apagan ilusiones y desangran a la soledad. Pero en mi silencio, te entiendo, me fusiono en ti y me convierto en tu cómplice porque soy en ti, pero ¿tú eres en mi? Ofreciéndote mi último optimismo, reconozco que la falta de respuestas surge en lo más profundo de mi, pero esto es porque quizá no todo tiene una respuesta. Pero sin embargo ese todo vive en el presente, eso que no tiene respuesta existe, sin ser tangible pero existe. Probablemente o no, pensarás que estoy atrapado en una especie de mundo onírico, lleno de positivismos que buscan instantes de tu rostro, de tu ser, tal cual víveres que buscan a su hambre. Lo que siente este ser que hoy te invoca, inspiración implacable, es que a veces los sueños duelen, pero más que los sueños, el silencio desgarrador que deja una experiencia sin ser vivida. ¿Será que esto significa que estoy vivo? A través de los vestigios perceptibles de tu piel, mi querida lectora, puedo percibir claramente la agonía de una confusión de una experiencia sin vida. Creo que sí hay vida en una experiencia, sea o no tomada, y esa vida es la razón, es esa invitación de volver locos a los instintos, sentimientos y emociones. La inspiración es un cúmulo de cosas entre ellas dudas, imposición para no fluir, pero también lleva implícita su verdad y es esa verdad, tu verdad mi querida inspiración la que hoy toco y respeto, pero que a su vez se convierte en una lección, que abrazo, que me atrevo a seducirla, admirarla como una completa musa, pero esto lectora, hermosa inspiración, es sólo en mi mundo de esperanza y individualidades concurridas.

lunes, 6 de enero de 2014

13 historias, 13 maestros (introducción)

La vida es para recorrer caminos, la mayoría de las veces no sabemos dónde van a terminar, el cómo y el cuándo también son un enigma. Hoy después de cerrar un año de mucho crecimiento, de aprendizaje, de heridas abiertas que poco a poco se van secando con el sol, decido hacer un ejercicio de agradecimiento a esas almas, personas, seres especiales que han marcado mi pasaje por este salón de clases llamado vida. Los cruces son desde mi punto de vista, herramientas que nos presta el Universo para presentarnos esos maestros que quizá lleguen para quedarse o sólo como un simple destello, se aparecen y desaparecen en ese momento de acompañamiento. El post que haré posterior a esta especie de introducción, tiene un nivel de importancia para cada uno de esos 13 personajes que los quise llamar maestros, porque me han dejado algo desde que nos acompañamos en este viaje, y muchos hasta este momento del aquí y el ahora lo siguen haciendo. No hay importancia por modo de aparición, como lo mencioné son 13 maestros que en este 2013 homenajeo. Siempre presentes, siempre recordados. Gracias