jueves, 13 de agosto de 2015

Colgando de un gancho

Sin nada más. Colgar de un gancho, de aquello que no sabes si te va a aguantar o no. Llenando un poco este espacio de sinceridad, a veces ni siquiera sé de qué me estoy o a qué me estoy aferrando para no caer. Caer para mi ha sido parte de mi humanidad, no es un hábito, pero estuvo a punto de convertirse en ello. Entonces mi vida habitual contaría con un nuevo huésped, alguien llamado "caída". Caer a diferencia de lo que muchos piensan no es tan fácil, claro esto comparándolo con algo difícil como lo es levantarse. Estoy seguro que alguna vez caer llevó a levantar, pero ¿cómo te puedes caer cuando no estás en movimiento?, estático es difícil. Ok, seguro me vas a llevar al escenario donde me vas a plantear que aún estático puede caer, en la monotonía, en la zona de confort. Para mi el movimiento es experiencia y es lo que hace que te puedas caer, reconócelo, siempre existe ese riesgo. Regresando al gancho, puedo crear toda una historia acerca de él, créeme, lo sé. Pero buscar en los archivos akáshicos de mi creatividad no es algo muy atractivo, o por lo menos no en este momento, porque tendría que masticar el tiempo en letras, buscar esas frases profundas, poéticas, que se lean rimbombantes, pero no, esta vez no. Cuando no sabes a qué estás aferrado, digamos sujeto en el simple término físico, el objeto el cual sostiene todo tu peso, llega sin duda, la inseguridad acompañada de una dosis de incertidumbre. La respuesta la sabríamos al instante si conociéramos nuestro cuerpo. A ver te voy a llevar más allá de lo que me pediste llegar y si no te agrada a donde te llevo, siempre está la opción de regresar. Todos regresamos al origen. La cuestión es que conocer nuestro cuerpo va más allá de saber que le gusta y qué no, es algo más complejo que pasamos por alto porque lo tenemos a diario y lo damos como un hecho normal. Respirar por ejemplo, ¿sabes el potencial que tiene eso? Es vida, con cada inhalación y exhalación vives. Vamos a las manos, si tienes conciencia de ellas, sabrás reconocer las formas, las texturas de ese objeto que te detiene. Tus manos van a transmitir esa información a tu cerebro para crear una nueva realidad, la que te llevará a creer y dimensionar el objeto del que depende tu ser, creas tu holograma mental y entonces por acto de magia o no, disminuye la inseguridad y la incertidumbre. Pero en este proceso, todo el tiempo está latente la posibilidad de la sorpresa, de poder sorprenderte, el sentido depende de ti si lo llevas a la sombra o a la luz, ¿cómo te quieres sorprender? Así como la imagen de esa bolsa que depende al 100 del gancho, puedes romper con la percepción de que no se de lo que esperabas. ¿Sostienes o te sostienen?

viernes, 7 de agosto de 2015

En el ojo del desconocido "yo"

Leer, la mayoría de las veces es ese acto el que me saca un poco de realidades para meterme en otras. Es como el actor, siempre me ha llamado la atención pensar en que a lo largo de su carrera, famosa o no, siempre terminan mezclando su vida con la de otros. Un banquero que de pronto en días se convierte en un rezagado social, pero que en dos días será un rey antiguo. Pero para que esto suceda, debe haber alguien detrás que realice argumentos, guiones para estos personajes. ¿Qué sucede si las historias se fragmentan? de pronto improvisar se vuelve una ley universal en esa profesión, y qué sería si esa misma acción se vuelve esa misma ley pero en nuestras vidas. ¿Cómo improvisar en el pasado?, improvisar lo que ya no está, por lo menos a nivel tangible, quizá sí en pensamiento, pero ¿cómo cambias un pensamiento que ya tuviste? Quizá buscar similitudes entre la acción pasada y una nueva que se pueda repetir en la actualidad, entonces recuerdas la que pasó, pero que en verdad te está pasando, pero la conexión es la que nos guía, imposible movernos sin un entendimiento de una linea de tiempo. Aunque yo lo que llevo presente en este planeta, he visto que no la comprendemos, navegamos con la bandera de la victoria porque creemos que en verdad sí la entendemos. ¿Dónde está tu cabeza la mayor parte del tiempo? esa fue la pregunta que me llevó a esto, a descubrirla, dónde se escapa cuando yo no me doy cuenta, o por lo menos cuando finjo no darme cuenta. Respeto a quienes la tienen en el "caos", sí, porque el caos te lleva a crear, te lleva a proponer, esto siempre y cuando lo sepas manejar. El caos puede ser muy adictivo, y por otra parte, una pregunta más ¿cuál es la parte real del caos? El caos se vive, se prepara, se erradica, se comparte, se puede ver en el ojo del desconocido que soy yo. Sé caos, crea desde el caos con el enfoque en la estabilidad, porque es desde aquí que el ego comienza a enfermarse.

martes, 4 de agosto de 2015

Dosis de "autoreflexionismo"

¿Hasta dónde te has metido en la vida de la vida?, ¿hasta qué punto le has dicho a la existencia sus verdades? ¿vives para existir, o existes para vivir? Así comienzo este escrito, porque ha sido el el común denominador de unos meses a la fecha, me cuestiono, pero he llegado al momento en donde no le he encontrado la pregunta a la respuesta, cuando por ética de vida la lógica nos marca que tenemos que formular preguntas para encontrar respuestas. Esto me ha hecho a tratar de vivir sin pasado y sin futuro, poder vivir sólo el hoy, pero la neta es complicadísimo, porque basta con que te conectes con un recuerdo feliz o agradable del pasado para darte un viaje bastante largo por sus locaciones. Y claro, una cosa lleva a otra y de lo bonito te topas con lo que te cuestionas de por qué no lo hiciste, o por qué sí lo hiciste y de pronto ya estás metido en un cuestionamiento absurdo, pero donde el auto ataque resulta ser bastante atractivo. Si he estado aprendiendo algo, de que no puedes traer el pasado al presente, no caben los dos, incomodan por lo que uno definitivamente tiene que abandonar el escenario, y uno agradece tomar la mejor decisión de querer estar en un sólo lugar, el hoy, aunque hay muchos que se deciden por quedar enganchados en los ayeres, buenos o malos, ahí se quedan simplemente viviendo de recuerdos congelados. Y es que a veces el hoy cansa, agota, pero al final del día, es el hoy quien puede ser manipulable, cambiado, moldeado, flexible. El pasado es duro y el futuro no nos muestra el material para utilizar, así que bien pude ser muy moldeable o puede ser algo imposible de trabajar. En el viaje depende el sendero que tomes que hay millones de millones posibles, quizá más de uno te lleve al mismo fin, bueno, eliminemos el "quizá", más de uno te lleva al mismo objetivo. De pronto también en más de uno te encuentras con contradicciones, por mencionar una muy burda pero que está llena de estas la vida es: "El que calla otorga", "En boca cerrada no entran moscas". Esto no es más que es su misma interpretación burdista (sí de pronto se me da inventar palabras): "Si hablo me va mal, y si no hablo también". El paradigma de la vida de que todo tiene más de una respuesta e interpretación es lo que a veces nos complica como seres humanos, y es aquí donde llegamos a lo que les decía en un principio, las respuestas sin preguntas. La verdad, bueno una de las miles que existen en el planeta, es que todo tiene un método, eso hablando científicamente, lo mismo que su orden, esto en un lenguaje más "espiritual" (camino alternativo a la ciencia). Entonces llega el momento en que casi todo dependiente de ese instante se convierte en "suposición" o lo que es peor, "percepción", yo creo que esto es así por esto, el por esto se da a veces, en su mayoría queda un hecho sin explicar. Entonces lo que me pregunto, si vives tienes que vivir preguntando para obtener respuestas, sin utilizar la percepción pero sí la intuición, entonces es más fácil desconectarte del pasado, sin ni siquiera utilizar la más mínima energía en el pensamiento para proyectar un futuro.

martes, 21 de julio de 2015

Una carga especial

Ya he molestado a algunos de mis ayeres cargándolos con un poco de material extra llamado "publicidad". Este mundo es algo complicado, por lo menos en los escenarios en los que me he estado moviendo en los últimos 8 años. Una de las cosas que más me incomodan son las percepciones y esto está plagado de ellas. Te conviertes en millones de voces, hablas en diferentes lenguajes, te metes a la psique de las marcas, hablando por ellas, creando historias, convenciendo a las audiencias, incluso llegas a crear farsas por órdenes directas de quienes manejan los hilos más arriba, aquellos que están en los pent house, y que sólo salen cuando existen festejos, reconocimientos ajenos o la simple necesidad de relacionarse públicamente para ser notados. La frase tan sonada de que a la publicidad la odias o la amas, me sonaba burda, vacía, sin una necesidad real de analizar, la razón es porque encontraba la pasión en lo que hacía. Crear una historia desde mi cabeza con un objetivo, más allá del simple reconocimiento, era lo que hacía convertirme en agua y adoptar la forma de lo que tenía enfrente. Ya sea la una botella de whisky, como una consola de videojuegos, incluso hasta la de una experiencia de un hotel fuera de lo convencional. Amoldado por la pasión de comunicar historias llenas de mensaje, acercarme a un convencimiento y lograrlo, era lo mejor, sigue siendo, pero ya no en el mismo porcentaje, ni siquiera en las mismas dimensiones. El reconocimiento es importante, ganar un premio de creatividad, de estrategia por cumplimiento de los objetivos, siempre es un motivo de incentivar a quienes estamos detrás de este complejo mundo de la comunicación publicitaria. La semana pasada escuché una gran frase directo de una persona a la cual admiro mucho por su tenacidad, pasión, fuerza, aplicadas a este difícil mundo de la creatividad publicitaria, es un Master para mi en todo el sentido de la palabra, mi buen amigo John Nuñez, quien sabiamente colocó estas palabras en mi programación: "La publicidad es como la vida, necesita de antagonistas, gente que lleve la contraria. Sabemos que este es un negocio de farsas por eso también necesita gente que diga la verdad, la publicidad necesita gente como nosotros." Y es precisamente en esta última parte donde entramos mi buen John. Gracias por estas palabras que como siempre, crearon un escenario de FE y positivismo para seguir adelante. Me rehuso a que los clientes que te permiten realizar tu pasión se apaguen, aquellos que te acompañan en el camino dejándose guiar, apoyándote, desaparezcan y no lo digo por el dinero, los premios, lo digo por el sistema inmunológico de la publicidad, si no hacemos algo por reforzarlo, entonces la publicidad seguirá enferma como hasta hoy y entonces quien sabe cuánto tiempo más pueda durar.

sábado, 13 de junio de 2015

AUGURI FRANCESCO.

La última lección que dejamos a nuestros seres queridos, compañeros de dimensión, en el momento en el que decidimos partir, es la riqueza de la vida a través de la muerte. Hoy festejo ese 13 que tanto te gustaba, ese 13 que para ti no era cabalístico ni de mala suerte, al contrario, era tu trece favorito, el que en realidad te daba suerte. Y es curioso, el 13, número de cierre de ciclo para los mayas, curiosamente tú comenzaste tu vida en un 13 de junio, que es el sexto mes, que dividido en 2 nos da 3, número final de ese 13 en el que decidiste tocar tierra como ser humano, como ese gran Maestro que fuiste, y que seguirás siendo. Hoy hubieras cumplido años, la imagen no es tan difícil de crear, el cómo lo hubieras festejado, sí, pasta y vino,seguro. Las letras siempre me acompañan cuando pieno en ti, siempre existe el concepto de AMOR al enfocarme en tus recuerdos, en tus enseñanzas, al final del día eso somos, lenguaje, cúmulo de energía que se conecta y se convierte en pensamientos, esos que te llevan a reconocerte como un ser humano vivo. Curiosamente ayer te recordaba, en un lugar donde personas se reúnen para hablar de poesía, política, noticias, del mundo, y de lo más simple o complicado. Hablé de ti, del arte, de la música, de cine, de tu cámara de súper 8 con la que comenzaste tus primeros documentales. Ayer te pensé, ayer te conecté, ayer estabas en ese momento, en esos momentos donde la vida, mi vida seguía llenándose de tus notas de acordeón. Felicidades mi querido Maestro, a donde estés un abrazo grande lleno de millones de latidos de corazón. AUGURI FRANCESCO!!!

lunes, 9 de febrero de 2015

Gaia sin ti, a 2 años de trascender.

Querido Maestro tiempo, no sólo mío sino de muchos, me has prestado hasta hoy 730 de tus días, desde el 9 de febrero de 2013 con horas y segundos que tienen espacio y silencio, porque las palabras de uno de mis grandes maestros de vida, mi padre, ya no tienen eco, por lo menos no en el plano de las formas, pero sí en mi mente, que paradoja ¿no? Hoy más que nunca no dejo de escucharte querido padre (“EffeTi” como solías firmar). Hay dos fechas que te marcan sin duda: cuando naces y cuando te mueres, y no sólo te marcan a ti, sino a todos los que te rodean. Pero la marca después de nacer es una, y cuando dejas de vivir es otra. Generalmente es mucho más triste y dolorosa la segunda, pero curiosamente sólo en nuestra cultura, aquella en donde seguimos exponiendo grandes porcentajes de apego, hay seres humanos para quienes el hecho de trascender es un gran motivo de celebración, y yo, para serte sincero, después de ciertos golpes bien puestos del tiempo creo que voy entendiendo, porque no existe mejor lugar para llegar que nuestra verdadera casa, la que no está en este plano. Es curioso como después de utilizar cierto tiempo este espacio en Gaia, en realidad no nos llevamos todo, les dejamos algunos recuerdos a quienes se quedan, la cuestión es que no sabemos de qué tamaño se los dejamos. Por ejemplo, los recuerdos que yo tengo de mi padre son quizá más grandes de los que él piensa que me dejó, en realidad hay mucho que poder pesar, gramo por gramo, pero aún con su gran peso, cada recuerdo me hace ser ligero, fuerte, llevando en sí una magia especial que llena vacíos, espacios y es entonces cuando ya no existen los silencios, son más las presencias. Las enseñanzas continúan, sólo que mi maestro cambió de locación, ahora me enseña desde un lugar menos complicado. 2 años ya querido padre que cambiaste tu cuerpo físico por energía en mis recuerdos, hoy más que tu partida festejo tu vida, la que me diste, la que viviste, a la que te entregaste y la que dejaste ir como un guerrero silencioso que parte a la batalla al amanecer. Romano, gran guerrero romano, eterno amante del coliseo, del calcio, de la cocina, del café y de la grappa, sé que donde estás no hay esto que te estorbe, esto llamado humanidad, creo que sabes perfecto a qué me refiero cuando digo que duele. Donde estás hay más vida, ahí en ese plano, todos son la mezcla perfecta entre amor y divinidad. Seguro lo estás disfrutando, seguro me esperas a que llegue, o probablemente te adelantes y tomes el tren de regreso a este plano a nacer de nuevo, a convertirte en eso que mejor haces, en lo que mejor eres: Ser Humano. El vínculo está hecho, estamos conectados siempre, sólo nos separa la materia, donde a mi me toca cargarla, tú ya la dejaste, pero la cargaste varios años así que sabes de lo que hablo. Dejo estas palabras en la posteridad, si las palabras tienen también la capacidad de ser multidimensionales, entonces seguramente se van a encontrar muy pronto en algún lugar intermedio entre tu dimensión y la mía. 2 años, 730 días y contando para festejar tu vida, tu fuerza, tu magia, tu regreso a casa. “Saber vivir para saber morir” (sólo como el inicio de un nuevo ciclo).

sábado, 3 de enero de 2015

Maestro 2014

Dos, cero, uno, cuatro, los números del aprendizaje. Números que me dieron lo que nunca pensé que sucedería, crisis en todos los sentidos. Mi crisis, no fuiste tú, más bien llegaste en el momento y en el tiempo que no debías, llegaste precisamente en el momento en el que mi mente no reconocía a mi corazón. ¿Cómo culparte año catorce del dos mil? Fueron casi 335 días con los que viví una enfermedad emocional auto inmune, mis emociones al no reconocerme decidieron atacarme, me desconocieron, y al sentir esto, entré en un miedo sólido, bien plantado. Me entregaste al tiempo, bueno, en realidad todos estamos hechos de masa y tiempo, y fue él, este último que poco a poco me fue confundiendo. Tiene muchas cualidades, pero también querido tiempo, tienes tu parte humana, y esa es que vibras en luz y en sombra, al igual que nosotros eres dualidad, entonces por un lado puedes destruir todo, pero también lo puedes sanar a tu paso. Retomando a este año catorce del dos mil, me enseñaste varias cosas, la mayoría dolorosas, porque darte cuenta que tienes un oasis en frente y no beber agua de ahí, duele. Me fui contigo tiempo, te acompañé hasta donde quisiste, me llevaste a dejar de producir dinero, esa mucosa protectora de la tranquilidad en este plano llamado vida. Ok, quizá algunos pensarán (y quizá es tu caso estimado lector) que el dinero o los bienes materiales no son el 100% de la tranquilidad en este plano, pero si partimos de lo que necesitamos, lo básico como alimento, techo y vestimenta, tenemos que adquirirla y hay dos formas, una la más común que es comprar y la segunda es que te lo obsequien, lo donen, pero eso es sólo para casos extremos. No creo que en mi caso, un licenciado en ciencias de la comunicación, titulado con especialización en publicidad y mercadotecnia le quieran regalar un año de renta, de ropa y de comida, ¿cierto? Pero como la cadena de esta vida, una cosa lleva a la otra, la carencia lleva a la incertidumbre, la incertidumbre a la preocupación que hoy se disfraza de estrés y presión social y esto te lleva al pasaje final, de aquel que es difícil salir, el miedo. Te da miedo ya no poder pagar la renta de la casa donde vives, o la hipoteca, la escuela de tus hijos, los servicios básicos como luz, agua, gas. Yo, de manera voluntaria y además con una sonrisa en la boca te acompañé hasta aquí, hasta que me presentaste a mi miedo. Que por cierto, déjame decirte que mi miedo es un miedo muy astuto, es de aquellos que te saben retener, que te hacen sentir sutilmente que no puedes, entonces, no te mueves. Y si no te mueves porque no quieres sólo existe un lugar en el que puedes seguir pasando las horas de tu existencia, a su lado, en la zona densa, sin luz, terreno y reinado de tu anfitrión. Entendí lo que pasó, mi miedo me hizo ver que el culpable eran 4 dígitos, y que esos cuatro dígitos no sólo me afectaban a mi, sino al mundo entero, "es una situación general me decía" y yo me convencía de que para donde volteaba, veía crisis, carencia, falta de credibilidad. Así viví, me monté en este tren y no me baje, aún cuando podía hacerlo. Pero no, no fueron los cuatro dígitos los presuntos implicaos de mi caída, fue mi miedo y eso lo entendí un poco tarde, pero afortunadamente no lo suficiente. Y eso, querido miedo es lo que te hizo caer en estado colérico, y atacar una y otra vez. Te fuste a mi mente y lograste desconectarla de mi corazón, porque la mente es fácil de manipular pero el corazón no. Francamente no puedo cantar victoria aún, no he logrado someter completamente a mi mente ante mi corazón para restablecer esa conexión, y lo entiendo, somos humanos, ese cúmulo vertiginoso de tormentas internas que se mueven gracias a un mundo de percepciones. También somos ego y eso tampoco nos deja avanzar, al igual que mi miedo se disfrazó de cuatro dígitos (2014), el ego también se puede disfrazar de humildad, aquella que en realidad no entendemos del todo, porque sólo muy pocos pueden experimentarla. Me llevo muchas heridas, la mayoría hechas por mi ser terrenal, me encajé las uñas en la piel, me desgarré las piernas y los pulmones para evitar caminar y correr cuando lo necesitaba, no estaba en los planes de mi miedo dejarme escapar, viajé bajo el estandarte de mi debilidad. Estoy dejando de ser para comenzarme a vaciar, entendí que me tengo que vaciar de lo que me llené, de las cosas en las que desgasté mi energía, en las percepciones de las cuales creí tener la respuesta, me reclamé cosas que no hice, que tuve oportunidad de hacer, mi mente estratégicamente me castigaba, me llevaba una y otra vez a esos momentos, lugares de dolor, todo con el objetivo de volverlo a sentir y que me doblegara. Lo hice por mucho tiempo, no sólo por 345 días del 2014, desde antes y fue una gran sombra que me privó del sol durante todo ese tiempo. Y aún no es que ya vea el sol en su totalidad, pero por lo menos ya entendí cómo puedo hacer para verlo cada vez que salga. También entendí que el sol siempre está ahí, no por que no lo vea es que ya no existe. En fin puedo utilizar cualquier cantidad de frases trilladas, que detrás de ellas hay conocimiento, si existen es por algo, todo lo que existe tiene un fin, así lo entiendo ahora, y también mi 2014 tuvo su fin. Si fue el 2014 o los cuatro dígitos que te hayan marcado, de la manera que haya sido, sólo detente a pensar un momento en si realmente fueron esos 4 dígitos los culpables, o tu miedo disfrazado de números.