jueves, 4 de febrero de 2010

SENTIMIENTOS HECHOS A MANO


Sentimientos a mano, sentimientos escritos, sentimientos hechos letras, palabras, frases, sentimentear en prosa, verso, verbo, escribiendo con la mano llena de emociones que se canalizan a través de un tubo lleno de tinta, que llena, pinta espacios creando forma, pero esto no es siempre, es sólo cuando el corazón lo dicta.
Hoy, en este momento, es uno de esos, perdón pero es que de pronto el corazón habla muy rápido, la verdad es que no es sólo el corazón, es todo el cuerpo que se involucra, músculos, sangre, nervios, tacto, olfato, vista, oídos, venas que canalizan la energía y la convierten en esto, palabras que dicen algo, entonces son sentimientos que se pueden leer, es un catalizador perfecto. Plasma todo lo que se siente, ¿quién dijo que una emoción se lee? En lo absoluto, una emoción sólo se puede sentir.
Bueno, eso pensaba hasta hace escasos minutos que comencé a escribir esto y me di cuenta por mi mano, que está cargada de recados del corazón, y que involucra a todo mi cuerpo. Escribir se siente y ese es el secreto, escribir sintiendo sin pensar, sólo dejarte llevar. Sin parar, sin cuestionar, sin revisar cada párrafo, es sólo avanzar como lo haces en la vida, leer sólo el párrafo que estás escribiendo. Esto creo que comparado con la vida, es el aquí y el ahora.
Sigues y sigues escribiendo, no paras, creas y mientras creas vives y si vives, entonces tienes muchas páginas en blanco las cuales puedes llenar. Esas páginas están para eso, para ser llenadas, y como el ser humano y las emociones, hay páginas en blanco que sin usar se tiran.
Esto es porque simplemente no nos acordamos que ahí están, y escribimos en otros espacios, así ese espacio en blanco listo para crear, se queda sin movimiento, no se siente, se funde en el tiempo, pero no en el tiempo de la vida, sino en el tiempo de la mente.
No te detengas sigue escribiendo, creando renglones que se convierten en historias, que algunas veces las creamos para que nos ayuden a entender el aquí y el ahora, el quiénes somos y qué somos capaces de hacer. Quizá todo se resume a una sola cosa, encontrar el camino de regreso a casa.
Yo no me he querido detener a leer lo que llevo escrito, por primera vez en mucho tiempo mis emociones fluyen con las palabras que escribo en cada renglón, las veo crear sin cuestionar, las veo como se convierten en un color sólido, veo como el blanco va dejando su pureza para dar paso, poco a poco, a una tonalidad negra, sólida fuerte, real, actual, que hoy decidió salir a través de mis emociones para experimentar el tiempo, el ser olvidado a partir de que termine de escribir, o renacer con fuerza una y otra vez cada momento que lo vuelva a leer.
Así la vida, hay veces que esperar va más allá de nuestro simple entendimiento, porque no somos capaces de sólo esperar, esperamos con algo más, a la espera, a la simple espera siempre la tenemos que condimentar con algo extra. Le damos un sabor, amargo o dulce, salado, qué sé yo. La mayoría de las veces que esperamos probamos sólo lo amargo del tiempo y es exactamente en ese momento donde la espera se convierte en un arma de doble filo, porque cuando todo está de más, lo de menos es simplemente esperar....(ahora sí, ya puedo regresar a leer).

miércoles, 3 de febrero de 2010

PASA EN LAS PELÍCULAS, PASA EN LA VIDA REAL.


Así es, una frase interesante del canal gringo AXN, pero ayer esta frase se hizo presente.
¿Cuántas veces has visto una película y en ella pasa lo que pasa en ese momento en tu vida? Por ejemplo, a mi me pasó ayer viendo la televisión. De pronto me detengo en una película en donde la escena era en una noche lluviosa. No había diálogo, sólo un cura que veía a una mujer caminando en la lluvia, alejándose. En ese momento silencié mi TV, y entonces escuché el ruido de la lluvia que en ese momento se presentaba fuera de mi casa.

LA DUIRÉTICA DEL MATE


Lo interesante de escribir, es que uno le puede llamar a las cosas como quiera, crearlas sin necesidad de reclame, reproche o en su defecto corrección.
En fin, ayer tomé mate alrededor de las 6 p.m. Tenía rato que no lo hacía, me gusta y el día se prestaba para hacerlo, lluvia, frío, reflexiones, nostalgia. Me lo preparé, tomé y tomé. En ese momento todo bien, hasta que llego la famosa "diurética del mate", pero para mi sorpresa venía bajo el brazo del buen Murphy (el segundo nombre más famoso del mundo después de John Lenon), eso hizo que llegara en el momento menos esperado.
Era la 1:00 a.m. y el sueño no llegaba, el zapping se hacía presente, me detuve en una película que hace años no veía, eso no quiere decir que sea buena, pero en ese momento me supo entretener (no digo cuál para no quedar mal ante todos los gustos que se rompen en géneros). 30 minutos exactos pasaron para que el sueño me llegara...y que sueño.
Era de aquellos que casi no se presentan en mi play list de historias oníricas, mi sueño era aquel en el que era un súper héroe, comenzaba a salvar el mundo, una batalla tras otra, tras otra, cuando llegaba lo mejor del sueño, se presentó la ya comentada diurética del mate. En ese momento me convirtió en un hombre de vejiga frágil, vino con tal fuerza que no me quedó de otra más que interrumpir la mejor parte de mi sueño y levantarme al baño.
Así, uno de los mejores sueños se interrumpía por el efecto tardío de un mate que después de 7 horas y media, mi vejiga exigía ser liberada. Además, el frío de una noche lluviosa no ayudaba.
Parado frente a la tasa del baño, desfragilizando mi vejiga, el frío actuaba y apoyaba la causa, no podía parar, la lluvia también entró a jugar, y mi vejiga seguía y seguía. Yo por otro lado ni quería abrir los ojos, pensaba que así al regresar a la cama lo más rápido posible, sin dejar entrar la luz del baño a mis pupilas, podría retomar la continuación de tan sublime sueño. Pero no, dicha continuación no llegó, aún con los ojos cerrados la única imagen que veía era la del mate que decía "recuerdo de Tucumán".