jueves, 23 de octubre de 2008

Algo que me encontré

Este es un texto que me encontré, digamos que es la descripción de un día en mi vida.

LA LEY DE MURPHY SEGÚN MARCO O LA LEY DE MARCO SEGÚN MURPHY

Cuando me levanté de la cama no pensé que dentro de 45 minutos exactos estaría sudando, si eso que uno saca cuando se mueve mucho.
Hice lo de todos los días, la misma rutina, despertarme, bañarme, vestirme, meditar, sacar a mi perra al baño. Es curioso porque la mayoría de las veces no hay señales que te avisen que tu día va a ser surreneris (surrealista y suigéneris).
Un día anterior metí mi coche al taller, no pude recogerlo, lo que me llevó a pensar, no hay problema, tengo mi maravillosa motoneta, que sin ser Honda, ta chida, funciona, por lo menos eso pensaba hasta ayer. Después de 25 pedalazos, la madre billanta de 90 centímetros cúbicos, con capacidad de 5 litros de gasolina y dos de aceite nomás no jaló. Murphy comenzaba a hacerse presente, pero aún no se divertía lo suficiente. MI reloj marcaba, 8:45 am, lo que indicaba que tenía que estar en 15 minutos en la agencia porque tenía una junta de presentación de campaña. Decidí irme al cajero, al único que me queda cerca, introduzco mi tarjeta, marco mi nip, me salen 4 anuncios de que si apadrino a un niño de la calle, que si le patrocino su carrera de robótica en la NASA, me piden dar dos pesos, es cuando pienso, no mames pos que los pongan ellos, cada vez que sacas lana te chingan 5 pesos. Por fin, después de fotos de niños con carita de ayúdame por favor, llega el famoso menú de selección de movimiento, pongo la selección que quiero "RETIRO DE EFECTIVO", marco la cantidad, esto con el objetivo de tener dinero para poder tomar un taxi y llegar a mi destino. Una vez que selecciono la cantidad, otro letrero en pantalla que dice "ESPERE UN MOMENTO, SU TRANSACCIÓN ESTÁ SIENDO REALIZADA", sonidos raros, lo más parecido a una cafetera, los segundos pasan, y te sale otro letrero que dice: "DISCULPE PRO POR EL MOMENTO NO PODEMOS ATENDERLO EN LA ENTREGA DE EFECTIVO" Con un carajo!!!! por qué no te dicen desde un principio que no tiene lana y te evitas perder los 10 minutos parado esperando una chamaqueada electrónica.
En fin, el tiempo era cada vez menos y aumentaba la presión. Plan C, porque el a y el b ya habían valido madres, este plan era movilidad en bicicleta. Reviso las llantas, las cuales bien, con aire, perfecto, salgo en friega. Tomo rumbo a av vallarta, y pasando por la Gran Plaza, madres, pinche pedal derecho salió volando. Lo que me dejó un gran ardor en la espinilla gracias al madrazo que me pegué, y Murphy en plena risotada, mofándose, implantando su ley. Regreso a casa, empujando la bici y con el pedal en la mano, acto que atrajo la mirada de muchos curiosos en la calle. Por suerte tenía un as bajo la manga para Murphy, contaba con la bici de Yvette. Al llegar a casa, tomo la bici de Yvette, y las llantas sin aire. En friega a la gasolinera a ponerle aire, el tiempo exacto: 9:15 am, con dos llamadas perdidas en mi celular. En un acto de velocidad, le puse aire a las llantas, despegué y pedaleé lo más fuerte que pude. Cuando me tuve que enfrentar al primer obstáculo, el brincar una banqueta, el volante se me fue hasta la cadera, haciendo que por poco me estrellara contra un puesto de flores.
Las carcajadas de Murphy se escuchaban por todo Guadalajara. Fue entonces cuando pensé nombre de que este wey te agarra, ya no te suelta en todo el día. La neta yo no estaba dispuesto a aceptar que mi día fuera así. Fue entonces que decidí contrarrestar a la ley de Murphy con mi ley: "Si no puedes con él, confúndelo". Y lo logré, así Murphy me dejó en paz el resto del día.