
Pasaba entre los espacios, con mucha paz y luz, sintiendo amor, fuerza, perfección. Fue entonces cuando escuché a una niña que rompía el silencio con una frase, que tenía la fuerza de convertirse en deseo: “Me gustaría tanto ser un ángel”. Quise sentir, y después de sentir, saber por qué la necesidad de esa niña de cambiar su forma.
Entendí que lo que quería sentir era el ser humano, imperfecciones, miedos, para poder entenderlos mejor. Pensé en renunciar a mis alas, en bajar mi frecuencia vibratoria para pedirle a esa niña que le cambiaba el cuerpo.
Pero necesitaba a alguien con miedos más profundos, con imperfecciones más marcadas, con un uso de conciencia más superfluo, era claro que el cuerpo que necesitaba era de un humano más grande, con menos inocencia y pureza que la de esa niña. Mi razón, mucho de lo que ella tenía, yo también lo tenía.
Busqué lo que los humanos llaman tristeza para entenderla, busqué odio para identificarlo, busqué oscuridad para enfrentarla. Al encontrar todo junto en un hombre, decidí vivir en él, renuncié a mi divinidad. Decidí dejarme ver por ese ser tan gris, frente a él, viéndolo a los ojos, le pedí que me dejara ser él. Recibí un “como quieras” de respuesta. Al momento de decidirlo, mis alas empezaron a sentirse muy diferentes, me dicen que se llama dolor, eso era tan intenso que no podía hablar, algo en el medio de mi pecho comenzó a latir, pero sentía un vacío enorme, sentí ese “dolor” en todo el cuerpo materializado, humano, con una frecuencia muchísimo más baja que la mía, me endurecí, me hice más denso. Algo empecé a sentir en el estómago el hombre también me dijo que eso se llamaba hambre y que necesitaba comer.
No sabía cómo funcionaban los sentidos, ni el cuerpo. Me costó entenderlo, sacarlo, cambiarlo, fue el tiempo suficiente para sentir tristeza, alegría, lágrimas, sonrisas, un abrazo, un golpe de furia, gritar, susurrar, desesperanza, odio, vacío, plenitud, fuerza, debilidad, deseo, impotencia, ego, humildad.
El haber sido humano, realmente tuvo lo suyo. Muy pronto les contaré más.
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