
Sentimientos a mano, sentimientos escritos, sentimientos hechos letras, palabras, frases, sentimentear en prosa, verso, verbo, escribiendo con la mano llena de emociones que se canalizan a través de un tubo lleno de tinta, que llena, pinta espacios creando forma, pero esto no es siempre, es sólo cuando el corazón lo dicta.
Hoy, en este momento, es uno de esos, perdón pero es que de pronto el corazón habla muy rápido, la verdad es que no es sólo el corazón, es todo el cuerpo que se involucra, músculos, sangre, nervios, tacto, olfato, vista, oídos, venas que canalizan la energía y la convierten en esto, palabras que dicen algo, entonces son sentimientos que se pueden leer, es un catalizador perfecto. Plasma todo lo que se siente, ¿quién dijo que una emoción se lee? En lo absoluto, una emoción sólo se puede sentir.
Bueno, eso pensaba hasta hace escasos minutos que comencé a escribir esto y me di cuenta por mi mano, que está cargada de recados del corazón, y que involucra a todo mi cuerpo. Escribir se siente y ese es el secreto, escribir sintiendo sin pensar, sólo dejarte llevar. Sin parar, sin cuestionar, sin revisar cada párrafo, es sólo avanzar como lo haces en la vida, leer sólo el párrafo que estás escribiendo. Esto creo que comparado con la vida, es el aquí y el ahora.
Sigues y sigues escribiendo, no paras, creas y mientras creas vives y si vives, entonces tienes muchas páginas en blanco las cuales puedes llenar. Esas páginas están para eso, para ser llenadas, y como el ser humano y las emociones, hay páginas en blanco que sin usar se tiran.
Esto es porque simplemente no nos acordamos que ahí están, y escribimos en otros espacios, así ese espacio en blanco listo para crear, se queda sin movimiento, no se siente, se funde en el tiempo, pero no en el tiempo de la vida, sino en el tiempo de la mente.
No te detengas sigue escribiendo, creando renglones que se convierten en historias, que algunas veces las creamos para que nos ayuden a entender el aquí y el ahora, el quiénes somos y qué somos capaces de hacer. Quizá todo se resume a una sola cosa, encontrar el camino de regreso a casa.
Yo no me he querido detener a leer lo que llevo escrito, por primera vez en mucho tiempo mis emociones fluyen con las palabras que escribo en cada renglón, las veo crear sin cuestionar, las veo como se convierten en un color sólido, veo como el blanco va dejando su pureza para dar paso, poco a poco, a una tonalidad negra, sólida fuerte, real, actual, que hoy decidió salir a través de mis emociones para experimentar el tiempo, el ser olvidado a partir de que termine de escribir, o renacer con fuerza una y otra vez cada momento que lo vuelva a leer.
Así la vida, hay veces que esperar va más allá de nuestro simple entendimiento, porque no somos capaces de sólo esperar, esperamos con algo más, a la espera, a la simple espera siempre la tenemos que condimentar con algo extra. Le damos un sabor, amargo o dulce, salado, qué sé yo. La mayoría de las veces que esperamos probamos sólo lo amargo del tiempo y es exactamente en ese momento donde la espera se convierte en un arma de doble filo, porque cuando todo está de más, lo de menos es simplemente esperar....(ahora sí, ya puedo regresar a leer).